Panamá es un país lleno de historia. Todo ello producto por haber sido parte importante del imperio español durante más de tres siglos.
En la actualidad, todos los vestigios de aquella herencia demográfica, arquitectónica, humanística y cultural, se encuentran completamente vigentes e incorporados a la corriente turística que desea convertir a la república panameña en un destino turístico de alcance global.
Los siguientes cuatro emplazamientos sobresalen entre las rutas turísticas nacionales por estar incluidos entre los más visitados.
La Capilla de San José
Fue construida formando parte del complejo colonial de la Ciudad de Panamá en el año de 1675. En una época en la cual la religión católica encontraba su asiento en las tierras del nuevo mundo.
Históricamente se conoce que su edificación estuvo relacionada con las reformas del Fray Agustín de Carvala por la instalación del Convento San José en la localidad.
Arquitectónicamente, su aspecto más llamativo corresponde con el altar mayor de la iglesia. Se trata en sí mismo de un complejo que sorprende dada su altitud y su constitución hecha a base de oro.
Su simbolismo cristiano resulta ser completamente nutrido, incorporando figuras relativas al Cristo Crucificado en el retablo central, Santa Clara de la Cruz de Montefalco, San Agustín y San José, el padre del Niño Jesús.
Fuerte de San Lorenzo
Inicialmente sirvió como un emplazamiento para la defensa militar, elaborado por encargo del Rey Felipe II y finalizado en el año de 1601. Fue finalmente declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO 1980.
Este complejo se encuentra ubicado en la provincia de Colón, justamente sobre la desembocadura del Río Chagres.
Entre otras de las funcionalidades poco conocidas de su época fue la de haber fungido como un recinto carcelario.
Hoy en día es además un excelente lugar para la observación de aves.
La Plaza de Francia
Ubicada en la Ciudad de Panamá, y también recibiendo el nombre de Conjunto Monumental de Las Bóvedas, en honor a su estructura arquitectónica tradicional.
Se trata de un complejo que forma parte del Casco Antiguo de Panamá, específicamente haciendo de modo de estructura de defensa.
Históricamente su construcción está fechada entre los años 1921 y 22, durante el periodo presidencial de Belisario Porras.
Entre sus características más representativas, se encuentra el hecho de incluir un obelisco de 18 metros de altura en su parte central. Coronado por una figura en miniatura del Gallo Galo, máximo símbolo de la cultura francesa en general.
Parque Nacional Portobelo
Pese a su marcado acento natural, este reconocido emplazamiento de la provincia de Colón, entra en la categoría de los lugares históricos por el hecho de la presencia de amplias fortificaciones provenientes de la era española.
Y tras su proclamación como patrimonio de la Humanidad en el año de 1980. Pose en su extensión total unas 35.929 hectáreas, correspondiendo una cuarta parte de dicho territorio a la región marina continental.
A nivel general se trata de uno de los destinos turísticos, mayormente incluidos dentro de los planes de turismo a nivel nacional e internacional.
Se ubica a unos 30 minutos de la Ciudad de Colón, y en su historia aún se encuentran claros vestigios de la época en la que los piratas, conquistadores y guerras hacían acto de presencia en el lugar.
