Mucho más que un yacimiento arqueológico de nuestro país, las ruinas de Panamá Viejo representan el auténtico origen de la propia ciudad capital. Las ruinas constituyen un vestigio de la época histórica en la que nació Panamá y fueron bautizadas originalmente como Nuestra Señora de la Asunción de Panamá por el conquistador Pedro Arias Dávila en 1519.
A pesar su historia inconclusa como centro poblado, lo más destacable son sus innumerables relatos de piratas y corsarios, temidos bandidos de su época que, a pesar de los estragos causados en su momento, dejaron una imborrable huella en la historia local. Estas historias y recuerdos aún perduran entre quienes se dedican a promover dicho asentamiento como centro de interés para la actividad turística.
La fundación y edificación del Panamá Viejo
A inicios de los años 1520, la recién fundada Ciudad de Nuestra Señora de la Asunción empezó a fungir como capital de la provincia española Castilla de Oro. Su objetivo principal y fundamental fue servir como un serio substituto de la población denominada Santa María la Antigua del Darién y Acla.
El asentamiento capitalino se mantuvo activo entre los años de 1519 y 1671, mucho tiempo antes de ser trasladada dicha ciudad a su localización actual a unos diez kilómetros al suroeste. Gran parte de los motivos de dicho cambio obedecieron a su característica debilidad frente a los ataques de los piratas.
El más importante de ellos, ha sido el embate de Henry Morgan, en 1671. Usualmente la gente piensa que el pirata vino a la ciudad a saquearla. Sin embargo, según el historiador panameño Vladimir Berrío Lemm lo que Morgan debía hacer era tomar posesión de la ciudad para que las personas juramentaran obediencia al rey de Inglaterra, consolidando así la presencia inglesa en las nuevas tierras.
El ataque, que se dió entre el 28 de enero y el 24 de febrero de 1671, costó la vida a más de tres mil personas. La inestabilidad que en su época fue impartida por el ataque de este y otras bandas de piratas, fue acentuada por las graves condiciones de servicios apostadas en aquel lugar, bajo lo cual se incluía la alta escasez de agua, frecuentes incendios devastadores y el terremoto del año 1621.
Panamá Viejo: Patrimonio Mundial de la humanidad
Dado el avance de la modernidad en Panamá, la afluencia turística y el interés colectivo internacional en 1976 Panamá Viejo fue proclamado Monumento Histórico.
El estatus definitivo como Patrimonio de la Humanidad le fue otorgado a Panamá Viejo en el año 2003. Esta es una de las razones por las cuales todavía hoy en día goza de una importante influencia entre los turistas que visitan y añoran Panamá.