En 1513, Vasco Núñez de Balboa inició su gran trayecto empezando en el Atlántico, pasando a través de la jungla Panameña, hasta llegar al Océano Pacífico. Esto llevó al descubrimiento del Océano Pacífico para el imperio Español y la ascensión de Panamá como su principal punto de partida para el oro y la plata que eran extraídos en Sur América y enviados a España.
Desde entonces, Panamá ha sido un país con “destino geográfico”, utilizando su posición estratégica y centralizada para su desarrollo económico. Es de esperarse que el lema del país sea Pro Mundi Beneficio (Para el beneficio del mundo).
Actualidad
Adelantemos casi 500 años al año 2000, el cual marcó un momento histórico en la economía de Panamá, cuando el control del Canal de Panamá y sus operaciones se transfirieron definitivamente de los Estados Unidos al país, iniciando el proceso de transformación y crecimiento que se convirtió en el más alto per cápita en Latinoamérica.
Adicionalmente: según el World Bank, en la última década,Panamá se ha convertido en una de las economías de crecimiento más rápido en el mundo.
¿Cómo lo logramos?
Además de tener una posición geográfica privilegiada, la receta incluye una economía dolarizada (desde 1903), más de tres décadas de estabilidad política continua, un ambiente acogedor para compañías extranjeras al igual que inversionistas, una plataforma de logística de primera clase, y la salsa secreta: el Canal de Panamá.
Entonces, ¿qué es lo que se hace Panamá?
Un aspecto interesante de nuestra economía es que se asemeja a la de los países desarrollados: más del 75% del Producto Interno Bruto (PIB) se deriva de servicios, mientras la agricultura y la industria forman el resto.
A diferencia de muchos de nuestros vecinos ricos en recursos, el crecimiento económico en Panamá no se deriva de booms de comodidad, sino de servicios que proveemos tanto internamente como en el extranjero. Es por esto que es común que se refieran a Panamá como una economía basada en el servicio.
Estos servicios se centran principalmente en comercio global; por ejemplo, cuando un barco pasa por el Canal de Panamá; o cuando descarga o carga mercancía en uno de nuestros puertos, que incluyen dos de los más ocupados en Latinoamérica; o cuando los bienes se vuelven a exportar libres de impuestos desde una de nuestras zonas económicas especiales, incluyendo la Zona Libre de Colón, la segunda más grande del mundo.
Adicional a esto, Panamá cuenta con el centro bancario más importante de la región y una industria moderna de servicios financieros. Cada vez más, el turismo (si, también un servicio) se ha convertido en un sector importante de la economía, actualmente representando el 17% del PIB y más de 2 millones de visitantes al años (gracias por venir!). No está nada mal para un país de 4 millones de personas.
Una economía altamente competitiva
El Index de Competitividad del World Economic Forum del 2016-2017 pinta una imagen de un país próspero: Panamá califica como la economía no. 42 más competitiva del mundo (de 138), segunda en Latinoamérica superada únicamente por Chile (33) y por delante de economías “desarrolladas” tales como las de Italia o Portugal (si te estabas preguntando, Suiza está de primero y Yemen de último).
Las fortalezas de Panamá se enfocan en un mercado financiero sofisticado (12vo en el mundo), un ambiente macroeconómico (16to) e infraestructura (36to). Dentro de la última categoría, nuestra infraestructura portuaria y de transporte aéreo clasifican de 5to y 6to en el mundo, respectivamente. Al cabo de los años, Panamá ha pasado de ser un pasillo a una plataforma moderna de logística para transportación marítima, aérea y terrestre.
La receta secreta
Regresemos a la salsa secreta. El Canal de Panamá reporta menos del 10% del PIB. La mayoría de la gente (incluidos algunos locales) creen que es más, probablemente debido al hecho de que su impacto sobre la economía es grande. Es un activo excepcional para el apalancamiento del desarrollo de logística y transportación, dado que alrededor del 5% del mundo lo atraviesa cada año.
El Canal es lo que le ha permitido a Panamá convertirse en un centro global de logística, al igual que otras actividades a su alrededor, haciendo de nuestro país una enlace clave en la cadena de suministro global.
Entre el 2009 y el 2016, el Canal de Panamá fue expandido para el doble de su capacidad y así retener su preeminencia en el comercio global. Inaugurado en Junio 2016, la expansión del Canal ahora puede acomodar barcos de nueva generación que cargan hasta 14,000 contenedores, 5,000 más que antes de su expansión.
Al igual que cuando se tomó control del Canal en el 2000, esta expansión del Canal va a ser un cambio de juego para la economía de Panamá en la próxima década, con un miríada de actividades complementarias que serán posibles con el aumento de los cargamentos destinados a pasar por nuestra avenida marítima.
Conectividad
Panamá es un país dedicado al servicio, y disfruta de una posición geográfica privilegiada que le ha permitido convertirse en uno de los centros de logística más importantes del hemisferio Oeste.
Es un puente entre las Américas para viajeros y bienes del mundo, un imán para inversión extranjera y un proveedor de servicios eficientes, modernos y sofisticados. Es un país que promueve el comercio global y que disfruta de estabilidad económica, política y social. Parte de su éxito se puede atribuir a la ventaja que le brinda su ubicación geográfica.
“Parece que si el mundo hubiese de elegir su capital, el istmo de Panamá sería señalado para este augusto destino, colocado como está, en el centro del globo”
Simón Bolivar (1826)
Sin embargo, el éxito de Panamá también yace en los hombros de generaciones de Panameños, que hoy en día continúan esforzándose por adquirir su mejor potencial económico.
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